Última actualización: 07/07/2017
Todos necesitamos alimentar de vez en cuando –algunos con más asiduidad que otros– ese pequeño monstruo que llevamos dentro que se llama ego.
Y las redes sociales explotan y potencian hasta límites insospechados esa necesidad.
La gestión de la vanidad es una asignatura que Facebook, Twitter, Instagram, Linkedin… la tienen muy bien aprendida.
Su estudio podría llenar una tesis doctoral, pero por ahora se va a quedar en un simple (es que mi ego 2.0 anda un poco resfriado) comentario en un blog.
¿Qué vas a encontrar en este artículo?
Vanidad de Facebook
¿Qué es lo primero que miramos cuando entramos en nuestro perfil de Facebook?
La esquina superior izquierda.
Allí es donde nuestra vanidad va a engordar un par de kilos.
En rojo, para llamar todo lo posible la atención, aparecen cuántas solicitudes de amistad tenemos (umm, hay gente que quiere ser amiga mía); cuántos mensajes directos nos han enviado nuestros amigos (umm, sólo a mí) y cuántas nuevas notificaciones tenemos (umm, gente que ha escrito en mis comentarios).
Y nuestro ego sigue engordando cuando Facebook nos dice cuántos ‘me gustas’ hemos recibido de comentarios que hemos realizado. Umm, mi ego está empezando a recuperarse.
También nos da la posibilidad de saber los amigos que tenemos y pertenecer a diferentes grupos. La idea de pertenencia nos persigue desde que nacemos y está también relacionada con nuestro ego.
Seguidores en Twitter
La gestión de la vanidad que realiza Twitter también es para enmarcar.
Es raro que antes de leer los primeros twetts no llevemos la mirada al número de seguidores que tenemos.
Es el mejor dato para que crezca nuestro ego en esta red social, pero también nos da la oportunidad de
- Visualizar cuantos mensajes directos nos han mandado (umm, sólo a mí)
- Cuantas menciones hemos recibido (umm, a alguien le intereso)
- Cuántos de nuestros tweets han sido retuiteados (es que nuestras aportaciones son la leche. Mi ego 2.0 ya va estando mejor)
- En cuántas listas estamos (empiezo a ser un gurú porque la gente ya me clasifica)
Además, existen aplicaciones que permiten
- ¡¡¡Medir nuestra influencia!!! en Twitter (esto para nuestro ego 2.0 es muy importante)
- Saber quiénes nos han dejado de seguir en Twitter (¿por qué si mis comentarios son muy interesantes?)
- Cuantificar cuantas personas han visualizado los enlaces que hemos compartido (esto es superimportante para nuestra vanidad)
Es la vanidad, un concepto intangible, pero muy presente en nuestras vidas, la que moviliza nuestra participación en las redes sociales.
No es la causa principal ¿o sí? de que entremos cada día en nuestros diferentes perfiles, pero si nuestro ego 2.0 se constipa seguro que también se acatarra nuestro ego 1.0.
Imágenes cortesía de Fre-Photos y Mediamodifier en Pixabay
Me gusta eso de mi ego 2.0, por cierto yo lo primero que miro en Facebook es si tengo mensajes,
Fede, gracias por escribir en el blog. Seguro que mirar primero los mensajes en Facebook te alimenta tu ego ¿o no?
a mi en gran medida me pesa más la privacidad que el ego, por eso no suelo contar donde estoy, no suelo compartir muchas fotos y no he cambiado más que dos veces mi foto de perfil. ¿tengo pulmonia?
Baena, no te preocupes yo creo que no tienes ni un pequeño catarro. Cada uno utiliza y hace lo que quiera con las redes sociales. Es lo bueno -también hay otras cosas- que tienen. Yo, por ejemplo, sigo con mi foto de perfil desde que me di de alta. Hay gente que tiene el ego más alto y las redes sociales lo potencian, pero como dije antes lo mejor que tienen es la libertad que te dan. Muchas gracias por tu comentario. Un saludo
Cuanta razón tienes, Manolo.
Personalmente no miro tanto el facebook, pero si el twitter, a ver si tengo mas seguidores o si alguien ha retuiteado algo de lo que escribo, sobre todo si es de mi web.
Y lo que peor llevo y que no aparece en tu articulo es el Klout, todos los días mirando a ver si sube… Ahora está en 44, el otro día a 45, y así.
Creo que tanto los que empezamos como los que llevan tiempo son presa de esos números. Sólo que algunos lo reconocemos más que otros.
Un saludo.
Cuanta razón tienes, Manolo.
Yo más que en el Facebook, dónde mas me fijo es en twitter, si tengo nuevos seguidores, si alguien ha retuiteado algo de lo que he escrito (sobre todo de mi web)
Aunque donde más me fijo es en lo «influyente» que soy es en Klout. Una obsesión diaria… Que si el otro día estaba a 45, que si ahora estoy a 44…
La verdad, creo que tanto los que empiezan como los que llevan un tiempo en esto siempre nos fijamos algo en esos números.
Un saludo.