Última actualización: 14/05/2020
Silvia Carregal, periodista, autora del blog Ellas también juegan y muchas otras cosas más -todas ellas buenas- se convierte con este post en la primera firma invitada en Desenredando la red. Después de leer el artículo ya me diréis sino he elegido bien. Gracias Silvia.
Vaya por delante que no soy ningún gurú del Social Media. Simplemente soy una aprendiz de Community Manager que a base de mucho leer y de la mítica técnica del ensayo-error va cogiendo callo en algunas comunidades on line.
Así que si alguno de vosotros ha llegado a este post buscando recetas mágicas para hacerse un gran influencer en un plis-plas, os recomiendo que no perdáis más el tiempo y tiréis la toalla.
Hasta dónde yo sé, la red tiene un par de secretos a voces que nos permiten ganar prestigio: compartir y conversar. Eso es todo. No hay más leña que la que arde.
Mi experiencia con Klout es breve pero intensa. Estoy haciendo un curso sobre Competencias Tecnológicas para Community Managers a través de la Fundación Uned.
Como una actividad más de esta formación decidí poner en marcha mi perfil en esta comunidad. De eso no hace más de una semana. Pero, ¡oh sorpresa! cuando un buen día descubro que mi ranking ha subido en solo 24 horas de 46 a 57.
¿Qué es klout?
Para los que no conozcáis Klout os cuento…
Se trata de la herramienta por excelencia para conocer la influencia de una cuenta (persona o marca), en el mundo del Social Media.
Klout utiliza datos relevantes de las diferentes redes sociales como nuestro número de seguidores y de retuits en Twitter, o el número de amigos, de Me Gusta en Facebook.
El resultado de tener en cuenta todas esas KPIs (Key Performance Indicators) lo coloca en base 100 y nos otorga un ranking.
El mío ahora es 57 sobre 100 y me incluye en la categoría de Especialistas, el tercer nivel de cuatro. Ya os dije que no soy ninguna gurú 😉
Los hechos
Pero vayamos al grano ¿Qué hice para pasar de 46 a 57 en un día? Pues como cualquier otro día, comenté, retuiteé, compartí, me gustaron contenidos de otras personas, es decir, me relacioné en red con mis contactos.
Aunque en esa jornada además coincidieron varias cosas que me convirtieron, a ojos de Klout, en una persona más influyente.
- Ese día publiqué en la bitácora Ellas también juegan (que tengo vinculada a Klout) un post titulado Teresa Portela, una palista en los Juegos Olímpicos Londres 2012. Intenté que esa entrada estuviese lo más optimizada en términos de SEO de contenido.
Fue la jornada de mayor número de visitas en ese blog hasta el momento.
- Compartí esa entrada en diferentes perfiles en redes sociales:
- Fan Page en Facebook de Ellas también juegan
- Cuenta de Twitter @scarregal
- Perfil en Facebook de Silvia Carregal
- Perfil en Facebook de Silvia Carregal Martínez
- Perfil en LinkedIn de Silvia Carregal
Fui colocando el post en las diferentes comunidades a distintas horas para buscar dispersar el impacto y también con la intención de no cansar a aquellas personas que coinciden conmigo en varias redes sociales.
No sé a vosotros, pero a mí no me gusta ver que mis amigos postean en sus diferentes perfiles el mismo contenido justo a la vez.
Yo intento evitarlo, variando los contenidos según la red, o separando las publicaciones en el tiempo.
Solo tengo conectados de modo automático mis perfiles en Twitter y LinkedIn.
- Solicité a algunos de mis amigos que viralizasen el contenido si les interesaba.
Bien, pues una vez observados los datos que me facilitan herramientas como Hootsuite, las estadísticas de Facebook y las de WordPress puedo decir que:
- Se duplicó mi media de retuits diarios.
- Aumentaron los Likes.
- Subió el contenido compartido en FB.
- Se produjo un considerable pico de visitas en el blog.
- Agradecí los retuits públicamente en mi cuenta de Twitter, algo que siempre hago de un modo privado, dado que creo que cansa a los demás lectores de mi TimeLine. Esta vez hice una excepción consciente de que sería una excepción y no la norma. Lo hice para incorporar, en ese agradecimiento, de nuevo el link al post del blog. Buscaba un nuevo impacto en Twitter separado en el tiempo del primero.
- Ese mismo día publiqué en mi cuenta de Flickr (también vinculada a Klout) una foto de una puesta de sol en la Torre de Hércules, un Patrimonio de la Humanidad que tenemos en A Coruña y que os invito a visitar. Compartí esa imagen en:
- Cuenta de Twitter @scarregal. El tuit de la foto tuvo incluso más retuits que el post del blog.
- Perfil en Facebook de Silvia Carregal. Gustó y se comentó, aunque tampoco en exceso.
- Ese día como cualquier otro visité mi perfil en Klout y repartí algunas +K entre mis influencers. No olvidemos que es una red social como cualquier otra, así que participad de sus posibilidades. Se os recompensará…
Como veis no hay truco ni secreto.
Tal y como decía al principio para mí los mandamientos de cualquier red social se resumen en dos: compartir y conversar. ¿O es que pensabais que se podía comprar ranking en Klout igual que se compran amigos en Facebook?
En algún blog anglosajón contaron una fórmula que consistía en hacer replies a mansalva para ganar Klout. Al final dejaba Klout como un mero indicador de notoriedad. Si posteas mucho y respondes mucho se infla el Klout independientemente de que los «replies» sean de cara a la galería o no te sigan las conversación (no sé si me explico).
Klout sería por tanto manipulable sin demasiada dificultad, tal y como sucede con la compra de fans en FB o de followers en Twitter.
Hola Silvia:
Yo también estoy especializándome en esto de ser CM y como tú también estoy indagando en cómo funciona Klout. Me ha parecido muy interesante tu post, sobre todo porque suelo seguir las mismas rutinas que has descrito cuando posteo tanto en mi blog personal como en el de algún cliente.
Un saludo.
Muy buen apunte. Habrá que probarlo.
Excelente articulo Silvia aunque Klout no es tan importante para definir la influencia que tenemos realmente