Última actualización: 25/04/2019
Erase una vez un tuit que nació con estrella. Él no lo sabía, pero desde su nacimiento se convertiría en el más retuiteado de todos sus hermanos.
Llegó a superar los 500 retuits en sólo 48 horas.
Esta es su historia, que, aunque parezca una fábula de cuento, ocurrió no hace mucho tiempo en un mundo llamado Twitter.
Había una vez un tweet, que por ser no era ni original. Era una adaptación de un comentario que recorría el reino de Facebook. Sí, Facebook, el lugar donde vivía el gran ogro feroz.
Un buen día su dueño –no el de Facebook, sino el del tuit que protagoniza esta historia– lo lanzó al ciberespacio de Twitter como solía hacer todos los días con otros. Era ya de noche.
El tuit era ingenioso, crítico y hasta llamaba a la acción, pero pensó que pasaría con más pena que gloria, como le había ocurrido con el resto.
#Wert calcula que sobran 20.000 profesores. Yo calculo que sobra un ministro. Haz un RT si tú también sientes «wertgüenza»
— Manolo Rodríguez (@manolorodriguez) mayo 23, 2012
Al poco tiempo, empezó a ser pregonado y retuiteado por los habitantes del reino de Twitter, que era una raza que sólo podía hablar con frases de 140 caracteres. Se les conocía por el extraño nombre de tuiteros.
“Vaya –se dijo el dueño del tuit–. Parece que a la gente le ha gustado”.
Como al día siguiente tenía que madrugar se fue a la cama temprano.
Por la mañana cuando revisó su twitter comprobó que, mientras dormía plácidamente, más de un centenar de habitantes del reino tuiteril le había dato al botón de retuitear y habían esparcido su tuit a los cuatro vientos.
Nunca le había ocurrido algo similar.
Parecía un encantamiento de algún mago o de alguna bruja.
Fue a su e-mail y estaba lleno de correos con las notificaciones y las menciones que le enviaba Twitter de forma automática. Pero sólo era el principio.
Durante todo el día siguieron los retuits lo que le obligó a cancelar las notificaciones por correo de Twitter porque llegó a tener la bandeja de entrada a rebosar.
El tuit volador estaba muy contento porque viajaba de aquí para allá por el ciberespacio, agitando las conciencias de los tuiteros.
Veinticuatro horas después de haber nacido superaba los 300 retuits y 48 horas más tarde alcanzaba los 500.
Su dueño estaba muy contento porque según un oráculo al que solía acudir de vez en cuando, llamado Favstar, el tweet había llegado a más de 40.000 habitantes del reino.
También estaba contento porque gracias al tweet sus amiguitos, a los que llamaba cariñosamente followers, aumentaban como la espuma.
Más de 20 en esos dos días cuando lo normal eran dos o tres por jornada.
También su klout, otro oráculo muy importante en el reino, se disparó de 52 a 57.
El tuit volador le dio además a su dueño la oportunidad de interactuar con otros habitantes del reino. Unos se parecían a la bruja de Blancanieves y otros, a la hada madrina de Cenicienta. Pero así son los cuentos. También en Twitter.
@manolorodriguez Un par de ministros, (o tres o cuatro), algunos jueces… En este pais empieza a sobrar mucha gente.
—tomatillo valiente (@tomatillo1) mayo 24, 2012
@manolorodriguez #Wert Sobran muchos profesores en esta educación cara y mala. Eso sí que da vergüenza.
— Enrique Moya (@NoMeCreoNaDa0) mayo 26, 2012
Con el paso de los días el tuit se fue cansando, fue perdiendo fuerza y cada vez fue menos retuiteado.
Pero ya no importaba. Era feliz porque había volado más de 500 veces por el ciberespacio. Y sólo en 48 horas.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Imagen del pájaro de Twitter de Diwa Fernandez
Me ha gustado mucho el cuento, yo viví una experiencia parecida y la verdad es que da un gustazo tremendo pero a los días te quedas como «no entiendo nada» ;D
Te dejo el enlace del post que escribí con mi caso por si le quieres echar un ojo, un saludo! http://ow.ly/bfii4
Es cierto David. Tu experiencia también es muy similar a la mía. La verdad es que nunca sabes cómo va a responder la gente y tu mensaje lo van a hacer viral.
Saludos