Última actualización: 27/11/2021
Este post se me ocurrió el otro día después de leer la bio de Twitter de una persona (se dice el pecado pero no el pecador) en la que, entre otras informaciones, publicitaba su índice klout.
Sí, como lo habéis leído: su índice klout en su bio de Twitter.
Por cierto, deberá cambiarlo cada poco tiempo porque hay veces que fluctúa más que una montaña rusa.
Para los que no tengan muy claro qué es el índice klout es el medidor de influencia en redes sociales más reconocido en internet.
También hay otros como Kred o Twitalyzer pero Klout se lleva la mayor parte del pastel. Todos ellos se encargan de decirte quién la tiene más grande… la influencia.
Pero ¿qué es klout?
Es una aplicación web gratuita que, después de conectar todas las redes sociales en las que estamos, nos ofrece un número (del 1 al 100).
Cuánto más cerca estemos del 100 quiere decir que nuestra presencia, influencia, popularidad, relevancia, autoridad, prestigio, o cómo queramos llamarlo, en internet es mayor. Lo dicho, quién la tiene más grande.
Pero, ¿sirve para algo saber nuestra influencia? ¿Nos puede valer para conseguir trabajo, una mejor habitación en un hotel o que nos dejen entrar antes a una discoteca sin esperar la cola? Los ejemplos, un poco más abajo.
¿Qué vas a encontrar en este artículo?
De vez en cuando me he encontrado con algún blog que tiene colocado el índice Klout del autor, también he visto que algunos optan por el de Kred, pero el Klout en la bio de Twitter… Lo que hay que ver.
Pero no hay que tomárselo a cachondeo. Quizá los raros somos nosotros.
Los norteamericanos que, pese a la velocidad de internet, las redes sociales y toda esta parafernalia, van un paso (o dos) por delante de nosotros están contratando a gente, entre otras aptitudes, por su índice Klout.
¿No os lo creéis?
Para un puesto de trabajo en San Francisco pedían como mínimo que el candidato tuviese un índice klout de 35. Pero no hay que irse tan lejos. En Francia ha ocurrido lo mismo.
Uno de los casos más sonados fue el del canadiense Sam Fiorella, experto en marketing y con una gran trayectoria profesional, que por tener un klout 32 no fue nombrado vicepresidente de una gran agencia. Así están las cosas.
Trato preferente
Volviendo a Estados Unidos. Ya hay empresas que otorgan un trato preferente a los clientes que tienen un índice Klout alto.
El objetivo es que si después hablan bien de esa empresa (hotel, discoteca, restaurante…), la publicidad será impagable.
¿Tampoco os lo creéis? El Palms Casino Resort en Las Vegas comprueba el klout de sus clientes y el que lo tiene más grande, perdón, el que lo tiene más alto, les trata de una manera especial.
Les dan mejores habitaciones que las que habían reservado o hasta un masaje gratis.
Pero hay más. A los que tienen un Klout alto, Windows les ha regalado su nuevo teléfono; Disney, entradas gratis para ir al cine, o Chevrolet les dejó durante unos días uno de sus coches para que lo probasen.
Creo que no va siendo mala idea empezar a tener un klout alto.
Nada es gratis
A cambio, evidentemente, todas estas empresas esperan que esos amasadores de puntos klout comuniquen a su comunidad online el fabuloso regalo que le han hecho.
Y si tienen un klout alto, en teoría, es que tienen una comunidad online grande y su mensaje (anuncio publicitario) va a llegar a muchas personas.
Nunca olvidéis que si un producto es gratis es porque el producto sois vosotros.
Pero no sólo se obtienen mejores servicios por tener un klout alto, también atiendan más rápido.
La norteamericana Salesforce.com ofrece a las empresas una aplicación para que puedan encontrar de una forma más ágil a sus clientes más influyentes.
El objetivo es atenderles antes y mejor porque un tuit suyo, con miles de seguidores en sus cuentas, sería muy contraproducente para su imagen.
Y hay más ejemplos. Gilt, una web de ofertas que caducan de marcas de lujo, aplica una política de discriminación por popularidad: cuánto más relevante sea el perfil digital del cliente, mayores descuentos le aplican.
La vara de medir que utiliza, como no podía ser de otra forma, es Klout.
En fin. En Desenredando la red ya escribió Silvia Carregal ‘Cómo aumentar tu klout de 46 a 57 en un día’.
Y es que las redes sociales juegan muy bien con nuestras emociones.
Todos necesitamos alimentar de vez en cuando –algunos con más asiduidad que otros– ese pequeño monstruo que llevamos dentro que se llama ego.
Y las redes sociales explotan y potencian hasta límites insospechados esa necesidad. La gestión de la vanidad es una asignatura que Facebook, Twitter, Pinterest, LinkedIn… la tienen muy bien aprendida.
Pero todos esos termómetros digitales denominados medidores de influencia, tipo Klout, parten con un gran problema: valoran la cantidad y no la calidad.
Podemos tener muchas menciones y muchas interacciones, pero puede ocurrir que sea porque nos están dando hasta en el carné de identidad. ¿Y eso? ¿Es influencia?
Por cierto, Klout y el resto de medidores de influencia no toman en cuenta si alguien tiene un blog en wordpress.org y si es muy leído o no. ¿Eso no es influencia?
Me voy un rato a Klout que lo del masaje gratis del Palms Casino Resort suena muy bien.
Imágenes cortesía de Ar, AKuptsova y Wokandapix en Pixabay
No sabemos hasta qué punto influye o es válido ese índice, pero es cierto que todos lo miramos periódicamente. Pero tengo dudas respecto a si la cantidad de seguidores es realmente influyente…¿Es así?.
Me gusta! Manolo. Interesante post…
Lo que si quiero apuntar es que estos indices cumplen una buena función en cuanto a orientación, en mi opinión no son para seguir como referencia única, pero pienso que si como complemento…
Y como bien dices, fuera de aquí, la influencia ya se mira con muy buenos ojos…
Generalmente, el que hace las cosas bien en Social Media tiene buenos indices, el tema es que también hay «infiltrados»…
Yo creo que lo que realmente nos tiene que importar es hacer un buen trabajo y ser coherentes, la influencia, generalmente, acompaña…
Estoy totalmente de acuerdo Ignacio cuando dices que si lo haces bien la influencia acompaña. Sucede con todos esos gurús que pasan de 90 de puntuación en Klout.
El post sólo pretendía llamar la atención sobre este tipo de índice que al final sólo se reducen a números pero que, por ahora, no son capaces de medir si esa influencia es positiva o negativa. Porque, por ejemplo, Rajoy debe tener un klout alto, pero ¿la influencia que tiene es positiva o negativa? Y eso, por ahora, no se puede medir.
Saludos
Luisa, la cantidad de seguidores (de lo grande que sea tu comunidad online) influye porque seguro que las interacciones son mayores y eso klout lo mide. Pero como le decía a Ignacio esas interacciones pueden ser la mayoría negativas. ¿Y eso es influencia? La verdad es lo que lo dudo.
Saludos