Última actualización: 09/07/2017
De vez en cuando tengo que volver a los clásicos del periodismo. Me pasa cuando empiezo a caer en una de esas fases de descreimiento sobre mi trabajo de periodista. Últimamente caigo más de lo que quisiera y tengo que volver más a menudo a ellos.
Los clásicos del periodismo son todos aquellos (periodistas, amigos, libros, revistas, blogs…) que te vuelven a hacer creer en el PERIODISMO. Sí, el que se escribe con mayúsculas; el que me enseñaron y aprendí en la facultad; el que aún comparto con otros amigos periodistas; el que soñé que quería hacer desde que leía y escuchaba a otros clásicos cuando era pequeño; el que definió de forma maravillosa con 16 palabras George Orwell: “Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques. Todo lo demás son relaciones públicas”.
El pasado fin de semana me encontré con uno de esos clásicos. No porque lo necesitase –o tal vez sí– sino porque fue el encargado de abrir el Congreso de Cultura Digital y Redes Sociales #Inlugo14.
Uno de esos clásicos del periodismo es Ramón Lobo. Uno de los grandes corresponsales de guerra que hemos tenido. Y digo que hemos tenido porque tras 20 años cubriendo para El País los conflictos de Croacia, Serbia, Chechenia, Irak, Líbano, Haití, Ruanda o Uganda, decidieron ponerle de patitas en la calle hace dos años con un ERE. Hace poco me dijo un periodista veterano: “los periódicos volverán a ser periódicos cuando en lugar de dirigirlos los gerentes, como está pasando ahora, los vuelvan a dirigir los periodistas”.
Escuchar a Ramón Lobo es volver a creer en el PERIODISMO. El de las mayúsculas. Desde la primera hasta la última, todas sus palabras encierran la sabiduría de quien ha vivido el periodismo desde las trincheras. Y no me refiero solo a las de las guerras.
No soy nada mitómano, pero al día siguiente no pude resistir hacerme una foto con él. La foto era la disculpa para poder charlar un par de minutos sobre PERIODISMO, el de las mayúsculas.
Comenzó la charla como a mí me gusta: con un poco de humor. Se presentó como un 25% sajón, un 25% normando; un 25% gallego y un 25% castellano… y nacido en Venezuela. Sacó su moleskine, donde debía tener algunas notas, y la puso encima de la mesa, pero solo la miró un par de veces al principio. Después se lanzó a explicar “el verdadero momento del periodismo digital”.
Con una lucidez insultante desgranó su punto de vista sobre la situación del periodismo y del periodismo digital y reconoció que hay esperanza. “El momento del periodismo es malo, muy malo. Y si incluimos digital; incluimos esperanza. No económica, porque todavía no sabemos cómo se va a financiar todo esto, pero sí esperanza”, explicó al principio de su conferencia.
Lobo admitió que los periódicos se han lanzado a internet sin entender internet. “Ningún periódico tradicional ha sabido adaptarse al entorno digital ni responder a las nuevas demandas de los lectores”, llegó a decir. “Muchos periódicos se empeñan en hacer cosas que no pueden hacer y que solo se puede hacer en internet”, apuntó. Para este periodista y escritor “solo los idiotas compran ahora periódicos”.
Periodismo profesional
Ramón Lobo defendió el periodismo digital como una nueva forma de hacer un periodismo más pegado a la gente y matizó que “hacer periodismo en internet no significa reducir los valores del periodismo”. Le da “urticaria” cuando se habla del periodismo ciudadano y no cree en él. “El periodista profesional es necesario” y la gran diferencia entre un periodista profesional y uno que no lo es, es que el primero “jerarquiza, contextualiza y contrasta” las informaciones.
Para este corresponsal de guerra el periodismo digital es su nueva ventana al mundo. “Si no existiesen las redes sociales y los blogs yo estaría muerto después de salir de El País”, reconoció. “Las redes sociales te permiten mantener tu propia voz”, afirmó.
También hizo examen de conciencia y aceptó que “los periódicos que tenemos en parte son culpa nuestra”. “Nos hemos contaminado del mismo desprestigio que tiene la política”, clamó.
Por eso explicó que “el trabajo de los periodistas es que no perdamos la memoria y el sentido crítico, que es la esencia de la democracia”. “Si los periodistas no hacemos nuestro trabajo, la democracia se resiente”, sentenció. Por último, y para los que de vez en cuando tenemos que acudir a los clásicos, Ramón Lobo dejó una frase lapidaria: “Si tú crees en el periodismo lucha por él”.
Gracias Maestro.
En Inlugo14 hubo muchas más ponencias. Dos días dan para mucho. De las dos jornadas me quedo con la clase magistral de alfabetización digital para jóvenes, y no tan jóvenes, que dio @blogoff. Es de esas conferencias im-per-di-bles y que deberían ponerla en todos los colegios. El video de la charla dura 60 minutos, pero se os van a hacer cortos.
Me quedo también con la actuación de @vicgrande, que nos hizo reír como el año pasado, o más. También fue muy interesante la intervención de la periodista y community manager @RaposoTamara que realizó una radiografía perfecta del socialmedia en Lugo, aunque muchos temas que abordó también podían valer para cualquier otra ciudad.
Y por último, y no menos mala, la microponencia de @claraavilaC, que como ella misma dijo en su cuenta de Instagram dio “la charla más personal sobre blogs y redes sociales. Esta charla pone fin a un ciclo de cambios, ahora creo que entiendo mejor lo que es ‘la vida’. O no, quién sabe”. Gracias también por la sinceridad.