Última actualización: 19/03/2019
Hay dos grupos de usuarios en LinkedIn.
Los que utilizan esta red social (la gran mayoría) como una simple tarjeta de presentación en la que cuelgan su currículo en internet con el resumen de su experiencia profesional.
Y los que la aprovechan (los menos) como una herramienta de marketing personal para promocionarse, establecer vínculos profesionales y compartir información.
La gran diferencia entre ambos se resume en una ingeniosa frase, que, evidentemente, no es mía: “no me digas en LinkedIn lo que has hecho, sino lo que eres capaz de hacer”.
Hace tiempo ya escríbi algunos consejos para tener nuestro curriculum en LinkedIn bien aseadito, pero ahora que la red social ha superado los 500 millones de usuarios, de los que 10 están en España, es un buen momento para volver sobre la mayor red social de carácter profesional que existe.
¿Qué vas a encontrar en este artículo?
Nadie duda de que LinkedIn, creada en mayo de 2003, es, por ahora, la mayor base de datos de profesionales del mundo.
Cada segundo se da de alta una nueva persona (en lo que tardarás en leer este artículo habrá 250 más) y cada semana suma un millón de usuarios más en todo el mundo.
LinkedIn: cómo usarlo de forma profesional y sacarle el máximo partido por Canva Presentaciones
Herramienta de gran potencial
Sin embargo, el uso que la mayoría hace de esta red no logra extraer el gran potencial que tiene esta herramienta.
Más de la mitad de los españoles reconoce que está en Linkedin para “encontrar nuevos contactos” y “mantener el contacto con antiguos compañeros”.
No aparecen entre los principales motivos
- Establecer conexiones y vínculos profesionales con otras personas;
- Promocionarse en internet
- Intercambiar conocimientos, ideas y oportunidades
Es decir, se está en Linkedin casi por estar, aunque de vez en cuando se engrasa la maquinaria:
- Se mandan invitaciones a personas, aunque no pertenezcan a tu sector profesional y no las conozcas, para que se unan a tu red
- Se aceptan las invitaciones de otras personas, aunque no pertenezcan a tu sector profesional y no las conozcas (la mitad de los usuarios tiene entre 100 y 500 contactos)
Pero a partir de ahí permanecemos calladitos.
El 65% de los usuarios españoles de Linkedin actualiza muy poco o nada su estado. Parece que lo importante es la cantidad (de gente que haya en tu red) que la calidad (la interacción que tengas con ellos).
Eso sí, como buenos españoles (no he dicho cotillas), queremos estar informados de todo lo que ocurre en nuestro sector profesional.
No vaya a ser que nos perdamos algo interesante y no nos enteremos. Y ahí los grupos (ya hay más de un millón) no tienen competencia.
Nueve de cada diez personas que se han dado de alta en Linkedin pertenecen a un grupo.
Aunque participar, participar… es otra cosa: el 72% no participa o participa en pocas ocasiones en ellos.
Los grupos tienen éxito, pero escasa participación. Los usuarios no son activos, no responden a las preguntas que se realizan y mucho menos lanzan debates dentro de los grupos.
Recomendaciones en LinkedIn
Las recomendaciones entre usuarios también funcionan, y mucho: dos de cada tres españoles que están en esta red tienen una recomendación.
Nadie pone en cuestión que tener un perfil en Linkedin es una de las mejores cartas de presentación profesionales que existen.
Es como si tuviésemos nuestra propia web profesional en internet.
Y como toda web tiene que tener unos elementos fundamentales:
La foto
Linkedin es una red social profesional, y como tal, nuestra foto debe ser eso: profesional. Nada de poner imágenes con nuestros hijos ni el logo de la empresa.
Mejor una foto nuestra de frente, a ser posible sonriendo, y con un fondo lo más neutro posible.
El título profesional
Son esas 4-5 palabras que van debajo del nombre. No hay que poner en dónde trabajamos, sino lo que somos.
Esas palabras deben estar relacionadas con nuestros atributos de marca. Es decir, con qué palabras queremos que nos recuerden cuando piensen en nosotros.
El extracto
Es el resumen de nuestra carrera profesional. Debe estar escrito en primera persona y en él debemos hacer una venta de nosotros mismos. Muchos curriculum en LinkedIn carecen de él y están perdiendo una gran oportunidad. En este apartado volveremos a incluir nuestros atributos de marca.
La experiencia laboral
Hay que completarla lo máximo posible. Además de contar en qué puestos hemos estado, también es muy importante explicar qué hacíamos en ellos y, sobre todo, qué objetivos o logros hemos conseguido.
Estas recomendaciones nos ayudarán a que los reclutadores tengan una buena impresión de nosotros.
Y si no estamos buscando empleo, los que entren en nuestro perfil verán que lo tenemos completo y daremos una buena impresión.
Esta es la parte del curriculum online que ofrece LinkedIn.
Hay otras herramientas que ofrecen algo parecido, pero lo que diferencia a LinkedIn del resto es que es una red social, una red social profesional, en la que los que tienen una presencia activa buscan contactos, hacer networking, desarrollar su marca personal, hacerse visible para el resto…
Antes de ver cómo sacarle el mayor partido a LinkedIn, una pequeña recomendación, que parece una tontería, pero que no cuesta nada: quitar los números y las letras de la dirección de nuestro perfil personal en LinkedIn. Así tenemos una dirección más limpia y hasta la podemos utilizar para incluir en nuestros correos.
¿Cómo se quitan? Es muy sencillo. En la barra superior, pinchar en Perfil y después en Editar perfil. A lado de la dirección de nuestro LinkedIn, pinchar en Editar y en la columna de la derecha ya podemos editar la dirección. Le damos a guardar y listo. Ya tenemos nuestra dirección personalizada.
Antes he escrito que los que estamos en LinkedIn buscamos hacer contactos (quizá no sirvan para ahora, pero nunca se sabe), hacer networking, desarrollar nuestra marca personal, hacerse visible para el resto… ¿Y cómo se consigue todo esto?
Lo primero es conectar con otros profesionales que veamos que son interesantes para nosotros.
¿Cómo enviar invitaciones?
Para eso hay que enviarles una invitación. Es recomendable poner algo más que el mensaje que la herramienta ofrece por defecto: “Me gustaría añadirte a mi red profesional en LinkedIn”.
Si escribimos un mensaje más personal seguro que a la otra persona le va a gustar más.
También es interesante realizar recomendaciones a nuestra red de contactos. Ahora LinkedIn está promocionando la opción de validar las aptitudes, que son diferentes de las recomendaciones, de las personas con las que estamos conectadas. Sin abusar, es una buena táctica.
Pero el gran potencial que posee LinkedIn y que no ofrecen otras herramientas ni otras redes sociales son los grupos. Quizá los grupos de Facebook es lo más parecido.
Debemos unirnos a grupos de nuestro sector, porque en ellos está nuestro público objetivo. Es la mejor forma de relacionarnos con profesionales de nuestro sector.
¿Cómo se participa en los grupos?
Hay dos formas:
- La primera es leer y comentar los artículos que los miembros de ese grupo comparten. No hay que leérselos todos, sino los que veamos que son interesantes y también según el tiempo del que dispongamos.
- La segunda es compartir en esos grupos artículos que encontremos y que creamos que les van a ser útiles a esas personas. Si además tenemos un blog, es una buena opción compartir los post que escribamos. Además de darnos tráfico, conseguiremos posicionarnos como alguien que sabe de la materia y aumentará nuestra marca personal.
Pero, ¿esto lleva mucho tiempo? Claro. Nada es sencillo.
Aunque tampoco hay que estar todo el día en LinkedIn. Con unos 15-20 minutos al día (para leer algún artículo, comentarlo, darle a recomendar a otro, buscar nuevos contactos…) es suficiente.
Pero eso sí, hay que ser constante.
Hay que entrar en Linkedin todos los días (los fines de semana los dejamos para descansar), porque si entramos un par de días seguidos y lo dejamos abandonado hasta el mes siguiente, el trabajo que hemos hecho no ha servido para nada.
LinkedIn tiene un enorme potencial, que si lo utilizamos de forma adecuada nos va a traer grandes beneficios.
¿Y tú? ¿Qué opinas?
Os dejo el enlace a mi LinkedIn.
Interesante post, a partir de ahora expondré lo que quiero y puedo hacer, en vez de lo que hice.
Yo creo que va a ser lo mejor, Fede, aunque tampoco hay que olvidarse del todo de lo que se ha hecho antes. Un saludo.
Soy socio de un ecommerce de venta de material de oficina on line
y , ademas de todo lo que dices y que estoy de acuerdo, es interesante tambien resaltar la ultilidad comercial que tiene para empresas, al menos para los ecommerce como nosotros
Tienes toda la razón. En el artículo me centré sólo en el potencial que tiene para las personas, pero para las empresas también es muy buena herramienta.
Un saludo.
Muy interesante el artículo. Lo fundamental, como siempre, la constancia. A veces pareciera que todos los esfuerzos que hacemos en las redes son en vano pero, la constancia da sus frutos.
La redes sociales me dan un poco de miedo, pero me he sentido obligado a darme de alta de alta en Linkedin. Mi intención es promocionar el blog que acabo de crear y establecer contacto con otros blogueros.
Voy a seguir los consejos que compartes, Manolo. Me servirán de ayuda.
Si actualizas este artículo, también puedes describir cómo modificar la URL de nuestro perfil. Linkedin nos da esta posibilidad y es sencillo de hacer. Así conseguimos una URL más fácil de recordar. También puede ayudar a que nos encuentren en los buscadores.
Qué cantidad de nieve ha caído en Madrid. 🙂 Un saludo.