Última actualización: 08/06/2022
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La actividad de marketing de una empresa requiere planificación, tiempo y trabajo.
Son muchas las acciones, herramientas y canales que una campaña puede abarcar, así que a veces es fácil perderse.
Para mantener el foco y saber qué es lo importante, es necesario recordar cuáles son las 4 P del marketing.
Recuerda que aquello que emprendas debe tener un sentido, casar con la filosofía de la empresa y buscar la consecución de un objetivo.
Son otras cuestiones que también abordamos del plan de marketing.
¿Qué vas a encontrar en este artículo?
Cuáles son las 4 P del marketing
Producto, precio, punto de venta y promoción.
Estas son las 4 P del marketing.
Su mención se atribuye al profesor de contabilidad de Estados Unidos E. J. McCarthy, que definió el concepto del marketing en 1960.
Estas cuatro variables componen el eje sobre el que se vertebra el marketing, y guarda relación directa con el marketing mix.
Producto
Se le llama producto por pedagogía, para facilitar la visualización del esquema, pero puede ser también un servicio.
Es decir, puede ser tangible o intangible, cubrir una necesidad o satisfacer un capricho, ser uno o varios, etc.
Sea como sea, es necesario que visualices el producto como aquello sobre lo que gira todo, la base del proyecto, lo imprescindible.
La viabilidad del negocio que se puede desplegar en torno a ese producto o productos ha tenido que ser estudiada en el plan de empresa y, además de ello, hay que tener claro qué concepto se vende y cuáles son las características.
El producto, más que cualquier otra variable de cuantas veremos, es el que más relación guarda con otro elemento que, aunque no se cita expresamente en las 4 P del marketing, es imprescindible: el cliente.
Es decir, que debes relacionar cuestiones como qué vendo, qué necesidades cubro, qué características tiene el producto, cuáles son los beneficios, a quién se dirige el producto, quién puede tener interés y cuál es el perfil tipo.
Precio
A priori, parece difícil determinar cuánto dinero estará dispuesto a pagar un cliente por el producto y servicio que se le ofrezca, luego esta variable también está relacionada con el consumidor final.
Si defines bien a quién se dirige tu producto, sabrás qué precio ponerle.
A la hora de fijarlo, así como de emprender acciones de marketing relevantes, necesitarás estudiar el mercado.
La encuesta nos parece la herramienta más apropiada para saber cuánto está dispuesto a pagar un cliente, pero necesitarás también hacer un estudio comparativo de las empresas de la competencia y calcular los beneficios que vas a obtener para garantizar la viabilidad del proyecto.
A la larga, de cara a introducir cambios y afinar tus acciones de marketing, te resultará útil establecer la figura del buyer persona.
Se trata de la representación ficticia de un cliente ideal, asignándole una historia personal, características demográficas, motivaciones, objetivos, comportamientos, etc.
No se hace con la mera intuición, sino atendiendo a datos fruto de la interacción con el cliente real.
Punto de venta
Planificar correctamente la distribución es importante porque de ello dependerá la accesibilidad del producto.
Si crees que dónde venderlo es lo menos relevante, te debe parecer adecuado poner una máquina de tabaco en un hospital.
Y no se trata solo de una cuestión ética, sino de cómo puedes ampliar el margen de ganancias.
La planificación de la distribución no solo incluye los canales que vas a utilizar, y que pueden ser la venta directa, a través de distribuidores, en tiendas físicas u online, etc.
Si se trata de un producto físico necesitarás también saber dónde almacenarlo, cómo será su transporte, qué tiempo se necesitará desde la compra hasta la entrega en destino y cómo vas a gestionar el servicio postventa.
Promoción
Tienes un producto muy bueno, con un precio competitivo que te permite obtener beneficio y que es plenamente accesible por diversos canales de venta.
¿Es suficiente?
No.
Hoy día, los consumidores están sometidos a innumerables estímulos a través de multitud de vías, así que tu producto puede pasar desapercibido si no lo mueves correctamente.
Es decir, si no haces promoción.
El concepto es amplio, pues incluye los medios, canales y técnicas de venta, online y offline, que permitirán que nuestro producto llegue a más gente.
No hay una única vía válida, todo dependerá de las peculiaridades del producto.
A la publicidad en medios tradicionales, como radio, prensa, televisión y cine o la publicidad con el uso de los regalos promocionales para empresas, se unen los soportes digitales
En ellos está especializado el marketing online, con todo lo que conlleva: redes sociales, gestión de anuncios, apps, email marketing, marketing de contenidos y SEO, como los más destacados.
A la hora de establecer acciones, sobre todo las que busquen la interacción del público, debes ver la importancia de tener un calendario.
Te permitirá programarlas bien para ser regular, y te ayudará a no quedarte en blanco de un día para otro.
¿Qué más debe incluir un plan de marketing?
Al margen de las 4 P del marketing, hay otras cuestiones relevantes a controlar.
Un buen plan contiene el resultado de un análisis que aborda la presencia online propia y la de la competencia, para saber cómo se puede mejorar.
En virtud de ese análisis, del que se pondrán desprender necesidades y fortalezas, se establecerán los objetivos.
Cada uno irá asociado a una o varias estrategias que, a su vez, abarcarán acciones a emprender. Y estas se deberán medir para saber cómo han funcionado.
Así pues, a la hora de abordar tu plan de marketing debes tener en cuenta todas las variables y cómo estas interactúan entre sí.
Resumimos:
- Identifica tu producto y tu marca
- Define tu público
- Establece objetivos
- Piensa los canales (tanto de promoción como de venta)
- Crea un calendario de contenido
- Analiza y mide los resultados
Las 4P del marketing conforman el eje sobre el que se vertebra el plan de marketing, y todo lo que contemple se puede asociar a alguno de estos cuatro grandes capítulos.
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