Última actualización: 14/02/2023
Estás a punto de invertir 6 minutos en leer este artículo
¿Te suena a chino cuando te hablan o lees de servidores, hosting o alojamientos web?
Es mucho más fácil de lo que crees.
En este artículo vas a encontrar la información sobre servidores necesaria para tu proyecto.
Y de una forma clara y sencilla, y, como digo siempre, que lo pueda entender mi madre.
Para empezar, tenemos que definir…
¿Qué es un servidor?
Lo primero que tienes que tener claro es que un servidor, un hosting o un alojamiento web es lo mismo.
A lo largo del artículo utilizaré estas tres palabras de forma indistinta, pero las tres son sinónimas.
Hecha esta primera aclaración, vamos a definir qué es un servidor, un hosting o alojamiento web.
Es un servicio que te permite publicar y alojar tu página en internet.
Así, sin más historias.
Es el ‘cajón’ donde se guarda tu web y cuando un usuario quiere acceder a algunos de los contenidos, el servidor se los ofrece
Un hosting puede ser de diferentes tipos.
Pero en su esencia, todos tienen la tarea de recibir peticiones de los visitantes a través de internet y proporcionar la información solicitada.
¿Qué vas a encontrar en este artículo?
¿Cómo funciona un alojamiento web?
Un servidor trabaja de la siguiente manera:
Los usuarios pagan por un plan de alojamiento que incluye espacio en el disco, ancho de banda, recursos del hosting y otras características, y el proveedor se encarga de alojar la página en su servidor.
¿En qué debes fijarte al contratar un hosting?
Además de los aspectos técnicos, que los vamos a ver a continuación, es importante tener en cuenta 5 factores cruciales a la hora de elegir un servidor.
Y son…
- La seguridad
- La disponibilidad
- El soporte técnico
- La escalabilidad
- La flexibilidad
Es relevante elegir un proveedor que ofrezca una combinación adecuada de estos factores para garantizar una experiencia satisfactoria.
No te guíes solo por los precios, porque ya sabes que al final ‘lo barato sale caro’.
Un servidor web debe ser configurado y mantenido de forma adecuada para garantizar un buen rendimiento y que la página siempre esté disponible para los visitantes.
Estas acciones incluyen tareas como la actualización de software, la optimización de recursos o la implementación de medidas de seguridad, entre otras.
¿Qué tipo de servidor web debes elegir?
Existen diferentes tipos de hosting, cada uno con sus características, ventajas y desventajas.
Es importante destacar que su elección dependerá de las necesidades específicas de cada proyecto.
Por ejemplo, el alojamiento compartido es una opción asequible para webs pequeñas y de bajo tráfico, mientras que el dedicado es una solución más potente para páginas grandes y de alta demanda.
Para que te hagas una idea.
Este blog anda por las 15.000-17.000 visitas mensuales y está alojado en un servidor compartido.
Y no tengo ninguna queja.
También existen opciones como el servidor en la nube, que permite a los usuarios acceder a recursos online a través de la nube, y el hosting VPS, que ofrece una solución de alojamiento virtual dedicada.
Los más utilizados son los compartidos y los dedicados.
Así que una de las decisiones más relevantes que debes tomar como propietario de una web es elegir entre uno de estos dos.
Ambos tienen sus ventajas y desventajas, y la elección dependerá de las necesidades específicas que tengas.
Vamos a ver más en detalle las diferencias entre un servidor dedicado y uno compartido.
¿Qué es un hosting compartido?
Un servidor compartido es más adecuado y asequible para proyectos pequeños y de bajo tráfico.
Es también la solución para aquellos que no tienen los recursos o conocimientos técnicos para administrar y mantener su propio alojamiento web.
Un hosting compartido aloja varias páginas en una sola máquina.
Esto significa que los recursos se comparten entre todas ellas, y que cada una recibe una cantidad limitada de recursos.
Esta opción es asequible y conveniente para muchos propietarios de webs, pero también tiene sus ventajas y desventajas.
Esta es una lista de puntos a favor y en contra de un servidor compartido:
Puntos a favor de un servidor compartido:
- Costo: es una opción asequible para aquellos que buscan una solución de bajo coste, pero no por ello de peor calidad.
- Fácil de usar: los proveedores de hosting compartido ofrecen herramientas y paneles de control intuitivos para que los clientes puedan gestionar sus webs de forma sencilla.
- Sin necesidad de conocimientos técnicos: los usuarios no necesitan tener conocimientos técnicos para usar uno compartido, lo que lo hace accesible para aquellos que no tienen experiencia en su manejo.
- Actualizaciones automáticas: los proveedores de alojamientos compartidos suelen encargarse de las actualizaciones de software y seguridad, lo que puede ser una gran ventaja para aquellos que no tienen los recursos para hacerlo por su cuenta.
Puntos en contra de un servidor compartido:
- Limitaciones de recursos: los recursos están compartidos entre los clientes, lo que significa que cada web tiene una cantidad limitada de ellos disponibles.
- Seguridad: al compartir un servidor con otras páginas, se corre el riesgo de que una que esté infectada pueda afectar a otras que se encuentren alojadas en la misma máquina.
- Rendimiento: el rendimiento de una web puede verse afectado por el tráfico de otras alojadas en el mismo hosting.
¿Qué es un alojamiento web dedicado?
Un servidor web dedicado es ideal para proyectos grandes y de alta demanda.
Está reservado en exclusiva para un solo cliente.
Esto significa que tiene acceso total a todos los recursos del hosting, incluyendo el procesamiento, la memoria RAM y el espacio en disco.
Lo que permite un mayor control y flexibilidad sobre el servidor, y es ideal para páginas que requieren recursos intensivos o que tienen un alto tráfico.
Puntos a favor de un servidor web dedicado:
- Recursos exclusivos: como el alojamiento está dedicado para un solo cliente, se asegura que la web tenga acceso a todos los recursos que necesita, sin limitaciones o interrupciones.
- Mayor seguridad: el acceso exclusivo al servidor también significa que la seguridad de la página está garantizada.
- Personalización: el cliente tiene un control total sobre la máquina, lo que supone que puede personalizarla para satisfacer sus necesidades específicas.
- Escalabilidad: las webs que crecen rápidamente pueden escalar sus recursos de manera eficiente en un hosting dedicado.
Sin embargo, un servidor web dedicado también tiene sus desventajas:
- Costo: son más caros que los compartidos y requieren una mayor inversión.
- Mantenimiento: el cliente es responsable de mantener y administrar el alojamiento dedicado, lo que supone una tarea complicada para aquellos que no tienen experiencia técnica.
- Tiempo de inactividad: si algo va mal en el hosting, el tiempo de inactividad puede ser prolongado mientras se resuelve el problema.
En conclusión, la elección entre un servidor compartido y uno dedicado depende de las necesidades específicas de cada web.
Para proyectos pequeños y de bajo tráfico, uno compartido es la opción más asequible y conveniente.
Insisto en lo que te comenté más arriba.
Este blog con 15.000-17.000 visitas mensuales está en uno compartido y siempre está activo (toco madera) y la carga es rápida (vuelvo a tocar madera).
Para páginas con requisitos intensivos o con una elevada cantidad de visitantes, uno dedicado es la mejor opción para garantizar un rendimiento óptimo y una mayor seguridad.
Como hemos visto, un servidor, hosting o alojamiento web es un servicio que permite a los usuarios publicar y alojar su página en internet.
Hay diferentes tipos de servidores disponibles y es importante elegir un proveedor que ofrezca una combinación adecuada de factores claves como la seguridad, la disponibilidad, el soporte técnico, la escalabilidad y la flexibilidad.
Imágenes cortesía de hostreviews, ianjbattaglia, y wocintechchat en Unsplash y vlada-karpovich en Pexels