Última actualización: 04/05/2023
Ya te he contado en otro EN1MINUTO que cada vez que empieza un becario en el periódico le doy un par de consejos de abuelo.
Uno de ellos es que el papel está muy caro y que ahorre tinta.
Que si puede contar algo en dos palabras, no lo cuente en tres.
Y una de las formas de economizar vocablos es evitar los pleonasmos.
Por si no lo sabes, la RAE define el pleonasmo como “el empleo en la oración de uno o más vocablos innecesarios para que tenga sentido completo”.
“Empleo en la oración de uno o más vocablos innecesarios”.
Pues si sobran, ¿para qué utilizarlos?
Seguro que has oído o usas, a mí también se me escapa alguno de vez en cuando, pleonasmos del tipo:
- Lo he visto con mis propios ojos
- 10 años de edad
- Mide 1,76 de altura
- Volver atrás
- Subir arriba
- Bajar abajo
- Pintamos casas a domicilio
Este último es muy bueno.
Porque como las pinten por Skype…
Y el culmen es cuando se emplean pleonasmos con adverbios acabados en mente.
Odio los adverbios que terminan en mente, como los gerundios.
Pero esto último es otra historia.
Pero que escribamos pleonasmos con adverbios acabados en mente es para nota:
- Completamente gratis
- Terminantemente prohibido
- Absolutamente convencido
- Profundamente dolido
- Tremendamente arrepentido
- Totalmente decidido
- Enormemente afectado
Si quitamos los adverbios sigue siendo gratis, prohibido, dolido, arrepentido, decidido…
No hace falta que le añadas un adverbio acabado en mente para enfatizar la frase.
Elimínalo.
Dices lo mismo.
Si lo quitas nadie lo va a echar de menos.
Solo que ahora suena más natural y creíble.
Hasta el próximo EN1MINUTO.