Última actualización: 24/05/2023
Septiembre de 2017.
El tenista Rafa Nadal acaba de ganar su tercer Abierto de Estados Unidos.
Es el decimosexto título del Grand Slam que consigue, entre ellos diez Roland Garros.
Se enfrenta a una de tantas entrevistas que debe dar por ser el campeón.
A pesar de ganarlo, el arranque del torneo no había sido muy bueno.
Y el periodista le pregunta “¿Cómo se supera la inquietud tras la duda de las primeras rondas?”.
“Ganando”, le responde el tenista español.
Solo hay una manera de perder el miedo a saber si ese chico que te gusta quiere ir contigo al cine.
Invitándole.
Solo hay un modo de perder el miedo a hablar en público.
Dando tu primera charla
Solo hay una forma de perder el miedo a publicar lo que escribes.
Publicándolo.
El miedo desaparece mucho más rápido de lo que piensas.
No te voy a mentir.
Cada vez que entrego una de mis informaciones en el periódico o le doy al botón de publicar en uno de mis dos blogs noto una pequeña tensión en la nuca.
Por suerte, esa presión se ha reducido.
Las primeras veces el miedo estaba en el estómago.
Pero ha desaparecido, aunque aún sigue en la nuca.
En algún momento tienes que dejar de editar y darle al botón de publicar.
Ya verás que no sucede nada.
Lo peor que te puede ocurrir es que tu texto pase inadvertido.
Y lo mejor, que alguien te diga “Me gustó lo que escribiste el otro día”.
Muy poca gente, por no decir nadie, te dirá que está horroroso.
Así que haz como Nadal.
¿Cómo superar el miedo a publicar un texto?
Publicándolo.
Hasta el próximo EN1MINUTO.