Última actualización: 26/09/2023
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Todas las WordCamp suelen terminar con la misma frase “una WordCamp no se acaba hasta que se escribe sobre ella”.
Así que ahí va mi resumen de la cuarta edición de la WordCamp de Pontevedra.
Repasando el artículo que publiqué el año pasado, me he encontrado con tres frases que vuelvo a firmar doce meses después.
Una WordCamp hay que vivirla, al menos, una vez en la vida.
Y si vas una vez, repites.
Es como una droga, pero de las buenas.
En los últimos diez años he asistido a unos cuantos eventos.
Cálculo que 10-12 por año.
De muchos no he escrito nada. De otros, sí.
En Sevilla (EBE de 2012, 2013, 2014 y 2015, en Madrid, en Zaragoza, en Barcelona (Mobile Word Congress de 2018 y 2019, en A Coruña, en Santiago, en Lugo, en Santander …
Pero la WordCamp de Pontevedra es especial.
Hasta ahora se han celebrado cuatro ediciones y he acudido a las cuatro.
Si no pasa nada, también iré el año que viene a la quinta.
Las dos primeras fueron como espectador y las dos últimas, como ponente.
En esta no tenía previsto dar una charla, pero la organización la dedicó a los contenidos.
Llevo casi toda mi vida creando contenidos, así que me hubiese arrepentido si no hubiese presentado una propuesta de ponencia.
Al final, mandé dos y me cogieron una que más abajo te cuento de qué fue.
Como el año pasado, tuve la suerte de darla en tercer lugar.
Así evitas los nervios durante todo el día hasta que te subes al escenario.
Das tu charla, liberas la presión que tienes y ya puedes disfrutar del resto de WordCamp.
Y eso fue lo que hice.
La titulé…
Durante algo más de 20 minutos expliqué el proceso de distribución de contenidos que realizo todas las semanas con los EN1MINUTO, las pequeñas píldoras de 280 palabras (las que se tardan en leer en un minuto) con claves para escribir mejor, que comparto cada siete días.
Primero hablé de las cuatro ideas que me gustaría que los asistentes se quedasen de la charla:
- La importancia de compartir nuestros contenidos. Podemos crear muy buen contenido, pero si no somos capaces de distribuirlo de la forma adecuada no va a llegar a toda la gente que se merece ese contenido.
- La importancia de automatizar. Compartir contenidos es una tarea muy monótona y repetitiva. Por eso tenemos que buscar estrategias para ahorrar el mayor tiempo posible.
- La importancia de reutilizar nuestro contenido. Al comienzo de la charla pregunté cuántos de los asistentes creaban contenido. Más de la mitad levantó la mano. Después, cuántos lo hacían en, al menos, dos formatos (texto-video, video-audio, texto-audio…). Los que levantaron fueron muchos menos. Y, por último, pregunté cuántos los creaban en tres formatos. Levantaron la mano cuatro o cinco personas. Si creamos contenido en un formato podemos reutilizarlo y publicarlo en los otros dos formatos. Así triplicamos el contenido que hacemos y sin mucho más esfuerzo. Porque el trabajo de crear el contenido ya lo hemos realizado una vez.
- La importancia de medir. Lo bueno que tiene internet es que todo se puede medir. Así que es muy importante medir nuestro proceso de distribución de contenido (qué plataformas nos traen más impactos y cuáles menos) para modificar la estrategia.
La primera diapositiva fue esta en la que expliqué el proceso de distribución de contenidos que hago con cada EN1MINUTO y las plataformas que utilizo.
La segunda fue sobre el impacto (lecturas de los textos, visualizaciones de los videos y escuchas de los podcasts) que he conseguido con los 50 primeros EN1MINUTO por formato y por cada plataforma hasta superar los 100.000.
Durante la preparación de la charla tenía otra diapositiva con el tiempo que tardaba en compartir cada EN1MINTUO en las 15 plataformas, pero como la ponencia se me pasaba de tiempo, la quité.
En el turno de preguntas, Nora Ferreirós, que fue encargada de abrir la PonteWordCamp en la sala de abajo, me pidió que compartiese esa diapositiva, así que ahí va.
Al final, tardo (más o menos) 126 minutos en elaborar y distribuir cada EN1MINUTO.
Dos tercios son para crearlos (buscar ideas, redactar los textos, corregirlos, hacer los videos, ponerles subtítulos y crear las imágenes) y un tercio, para compartirlos.
Como dije en la charla, no me parece una mala proporción.
Al final, sale que por cada minuto invertido en este proyecto consigo 16 impactos.
O lo que es lo mismo: un impacto cada cuatro segundos de trabajo.
No creo que sea una mala cifra.
Terminé con dos ejemplos de cómo la medición me había ayudado a mejorar la estrategia.
El primero es con la newsletter.
Los dos emails con mayor tasa de apertura tienen un asunto corto (siete palabras), mientras que los dos con menos lo tienen más largo (entre 10 o 12 preguntas).
Así que todos los emails van, a partir de analizar los datos, con un asunto que no supera las siete palabras.
Para ver el segundo ejemplo, tendrás que ver la charla.
Esto es clicbait y lo demás son cuentos.
Pero hablemos de la cuarta edición de la WordCamp de Pontevedra.
De las 14 charlas que vi, me quedo con estas cuatro que te recomiendo que veas.
- Los contenidos generados por IA posicionan (lamentablemente) y ¡en esta charla os explico por qué! de Señor Muñoz (absolutamente buenísima)
- Las IAs son tu cuñado digital de Fernando Tellado (nos hizo reflexionar sobre las IAs)
- Equipo multidisciplinar con más de 20 años de experiencia en el sector… de Lidia Marbán (además de aprender, nos reímos mucho)
- Contidos e marca: como manter a coherencia visual de Nora Ferreirós (fundamental para los que se dedican al diseño web).
Y voy terminando porque me había propuesto hacer un resumen corto de no más de 500 palabras y voy a pasar de las 1.000.
La PonteWordCamp no solo son más de 30 charlas.
No solo es la fiestuqui que un día antes la organización da a los patrocinadores, organizadores y ponentes.
No solo es comida hasta reventar (hubo desayuno, almuerzo a mitad de la mañana, comida, merienda a mitad de la tarde y traca final de pulpo y Estrella Galicia cuando acabaron todas las charlas).
La PonteWordCamp es volver a reencontrarte con gente que hacía tiempo que no veías.
Es hablar con personas que no conoces y que en la calle no te atreverías hacerlo.
Es hacerte un croquis de las charlas que quieres ver, pero al final te quedas por los pasillos hablando con alguien porque entre el camino entre una sala y otra te cruzas con esa persona, intercambias unas palabras y al final terminas hablando media hora.
Eso también es una WordCamp.
Y, para acabar, ovación en pie para los organizadores y voluntarios sin los que la WordCamp de Pontevedra sería imposible.
Nos vemos el año que viene.