Manolo Rodríguez
Tres amigos descubren que siete iglesias de la ciudad de A Coruña forman una gran M en el mapa.
En cada una de ellas se esconde un gran tesoro, una reliquia de valor incalculable: el testamento que María Magdalena escribió poco antes de morir.
En la búsqueda de los manuscritos aprenderán que una parte de lo que siempre han escuchado sobre los orígenes de cristianismo no es cierta.
La figura de Magdalena, dentro del grupo de Jesús, era más relevante de lo que ha contado la Iglesia. Era la princesa de los apóstoles.
Y la imagen que ha trasladado del apóstol San Pedro y del papado no se parece a la que ha enseñado la jerarquía católica: Jesús no edificó la Iglesia sobre San Pedro ni le otorgó el cargo de Papa.
En sus manos tendrán el poder para hacer tambalear los cimientos de la Iglesia Católica.
Un día, jugando con Google Maps, encontré que siete iglesias de A Coruña forman una gran M en el mapa.
La eme mayúscula es casi perfecta. El palo izquierdo mide 664 metros y en él están las iglesias de las Capuchinas, San Jorge, Santa María del Campo y Santa Clara.
El palo derecho, formado por las iglesias de Santiago, en la parte superior, y la Castrense, en la inferior, mide 666 metros.
Una de las líneas diagonales tiene una distancia de 574 metros. Y la otra, 444.
Toda la letra mide 2.340 metros.
Y a partir de ahí, nació esta historia.
Siempre quise ser periodista y contar historias. No me imagino haciendo otra cosa. Llevo desde 1995 trabajando de forma ininterrumpida en periódicos.
Escribir noticias en un periódico es un gran trabajo que no cambiaría por nada. El único ‘problema’ es el espacio, ya que no puedo escribir todo lo que querría.
Esa es una de las razones por las que he escrito La princesa de los apóstoles. Bueno, esa y unas cuantas más.
Una de ellas era saber si sería capaz de escribir un libro de más de 250 páginas.
Porque no tiene nada que ver escribir en un periódico o en un blog, que escribir una novela de ficción
Al final han salido 358 páginas y más de 120.000 palabras.
Desde pequeño siempre me ha gustado escribir. Tengo en el cajón un par amagos de libros que solo han llegado a las 50 páginas. Quizá algún día los recupere.
Siempre que me encuentro con un escritor le hago la misma pregunta: «¿Cómo es tu proceso de creación de un libro?».
Un poco más arriba cuento cómo nace la historia de La princesa de los apóstoles y las siete iglesias que forman una M en el mapa. Pero detrás de la creación de un libro hay mucho más que una primera idea.
Desde hacía años quería escribir un libro sobre María Magdalena, sobre la religión católica, sobre San Pedro, ambientado en A Coruña…
Una novela que mezclase hechos reales, con otros salidos de mi imaginación. Quería jugar con el lector, para que al final no sepa si todo lo que cuenta el libro es verdad.
Quería que la novela se leyese muy rápido, que tuviese mucha acción y llevar al lector cogido por la solapa y que le cueste dejar de leerla. Por eso continuamente pasan historias durante las 350 páginas. Hay giros inesperados en la trama para que el lector siempre esté atento.
Una vez que encontré que siete iglesias de la ciudad de A Coruña forman una gran eme mayúscula en el mapa había que crear toda la historia.
He tardado en escribir el libro dos años. Los primeros seis meses los dediqué a recabar información y a pensar qué quería contar en cada capítulo. No escribí nada de la novela en esos seis meses.
Desde el principio, pensé que tenían que ser 7 capítulos (como las 7 iglesias) y que la trama tenía que durar 7 días. Y que en la edición de papel cada capítulo tuviese 49 páginas (7×7) ¿Por qué? Porqué no.
En los otros libros que tengo abandonados con 40-50 páginas escritas he cometido siempre el mismo error: me ponía a escribir sin tener un esquema o guion y cuando había escrito todo lo que tenía en la cabeza, no pasaba de las 50 páginas. La historia no daba para más.
Por eso la clave en el proceso de creación de La princesa de los apóstoles ha sido el esquema que hice antes de ponerme a escribir.
Y ese esquema/guion lo plasmé en un cuaderno que me ha acompañado durante todo el proceso de creación. Aún lo conservo.
En él está escrito todo lo que tiene que ir en cada capítulo; qué tramas tienen que desarrollarse; su orden y también su extensión. Son como las ramas de un árbol. Y cuando me puso a escribir a los seis meses era ponerle hojas a ese árbol.
Cada vez que me sentaba delante del folio en blanco (La princesa de los apóstoles la he escrito en papel y luego he pasado los textos al ordenador donde he hecho la edición) sabía lo que tenía que escribir en cada momento; de qué tenía que escribir y hasta, más o menos, la extensión.
Esa ha sido la clave más importante para poder escribir La princesa de los apóstoles.
Si ya has leído La princesa de los apóstoles sabrás que el número 7 es muy importante en la historia (tranquilidad que no va a haber spoiler si aún no has leído el libro). El 7 es el número mágico de la trama…
Son 7 las iglesias de la ciudad de A Coruña donde están escondidos los 7 manuscritos de María Magdalena; la historia que se cuenta empieza un 7 de julio; la trama transcurre durante 7 días; Magdalena fue la séptima hija…
Pero hay algo más…
La novela tiene 7 capítulos
En la versión en papel los capítulos tienen 49 páginas (7×7), a excepción del primero
Todos los capítulos empiezan por la letra G, la séptima letra del abecedario
Los pedazos del testamento de María Magdalena que se reproducen en cada capítulo ocupan 7 páginas en la versión de papel
Y aunque no tiene nada que ver con el 7, todos los capítulos empiezan y terminan con las mismas frases, excepto el último.